15 febrero 2011

La última oportunidad_ a propósito de ARCO.

Por: Manuel Borja-Villel
Durante casi un par de décadas, Arco ha gozado de un inesperado protagonismo en el panorama artístico español. Más que una feria propiamente dicha, ha sido un referente cultural. Generaciones enteras de escolares se han acostumbrado a ver el arte contemporáneo en sus pabellones, y han ido asumiendo que las novedades de la feria representaban lo que ocurría en el mundo. Pero, como acontecimiento artístico, Arco ha establecido su propio canon, que lógicamente tiene más que ver con los valores del mercado que con los de la creación y el conocimiento.

Las ferias son los lugares de intercambio por antonomasia y suelen aparecer en entornos en los que el coleccionismo y las galerías son muy potentes. Arco, por el contrario, se fundó a principios de los ochenta, en una España en la que el mercado del arte era, como mucho, incipiente. Se edificó el contenedor con la esperanza de que este generase el contenido. No sorprende la ambigüedad estructural en la que Arco se asentó ya desde sus inicios, ni que, a lo largo del tiempo, haya sido causa de grandes debates entre directores, galeristas, críticos y artistas. Por un lado, se insistía en que la feria debería reducir el número de stands, mejorar la calidad de su oferta y centrarse en los profesionales del sector. Por otro, las actividades paralelas han tenido siempre una importancia capital y a menudo en ellas se han analizado, con una desigual afluencia de público, temas que tenían poco que ver con la feria o eran directamente contradictorios con lo que se mostraba en la misma.

Arco ha disfrutado siempre de un gran éxito mediático y de público. Año tras año la prensa y la televisión se han volcado en cubrir hasta su más mínimo rincón, las cifras de visitantes han crecido exponencialmente y nuestros representantes políticos no han cesado de asistir puntualmente a sus actos. Sin embargo, la euforia y el prestigio social de Arco no han garantizado su relevancia artística.

Se sabía que Arco no iba a ser Art Basel, pero existía la esperanza de que llegase a tener una cierta centralidad en lo que respecta a la nueva creación y de que fuese el gran puente con Latinoamérica. Poco a poco se impuso el principio de realidad y comprobamos cómo estos mercados fueron ocupados por otras ferias que demostraron gozar de un mayor dinamismo. Frieze empezó a liderar en Londres el trabajo de los artistas más jóvenes y Miami Art Basel atrajo a los grandes coleccionistas latinoamericanos. A pesar de la reiteración con que se han expuesto las diversas manifestaciones del arte digital y el interés por el denominado Cutting edge, tampoco se entendió que, en la sociedad actual, se estaban generando otros dispositivos de exposición y distribución, y que éstos ya no podían quedar reducidos al ámbito de la galería tradicional.

Arco es hoy un síntoma de los problemas a los que se enfrenta el sistema artístico español: falta de visibilidad, carencia de un relato propio y ciertas dosis de afectación. Nos equivocamos cuando pensábamos que las infraestructuras forjarían por sí solas discurso y tejido cultural, porque el resultado ha sido la disolución del espacio público en el dominio de la publicidad y la absorción de lo artístico por lo social. Se ha fomentado el espectáculo, pensando que las cifras lo eran todo, pero, una vez los recursos económicos han empezado a menguar, la realidad de un mercado muy precario y de un debate de poco calado se ha hecho visible con toda su crudeza.

Es innegable que los modelos en los que se ha basado nuestro engranaje cultural han dejado de ser válidos y que es necesario desarrollar nuevos paradigmas. Es también indudable que la ansiedad por ser reconocidos (que no deja de ser una forma perversa de reforzar una hegemonía en la que parece que estamos condenados a permanecer en una posición subalterna) ha sido una constante en nuestra historia reciente. Hemos de ser conscientes de la excepcionalidad de nuestra historia y de la precariedad de nuestra modernidad. Quizás ha llegado la hora de que dejemos de mirarnos en estructuras establecidas y busquemos una posición propia en un mundo que se transforma muy rápidamente. Si Arco quiere desempeñar un papel relevante en este contexto, hemos de entender que lo importante no es potenciar una política de ventas a corto plazo, ni refugiarse en los beneficios que proporcionan las tasas o alquileres de los stands, ni en su repercusión mediática. Las épocas de crisis son también períodos de transformaciones profundas. Posiblemente Arco se encuentre ante su última oportunidad, y haya llegado el momento de proponer una feria que se convierta en un auténtico lugar de intercambio y negociación. Un lugar en el que tengan cabida los nuevos modos de producción y uso que caracterizan el mundo global en el que vivimos, y en el que la realidad iberoamericana sea uno de sus ejes vertebradores.

Manuel Borja-Villel es director del Museo Nacional Reina Sofía de Madrid.

Originalmente en El Pais

13 septiembre 2010

Adiós al mordaz antiburgués.

Muere en París Claude Chabrol, fundador de la Nouvelle Vague - Su cine aunó ataques furibundos a la burguesía de provincias con su amor al policiaco y a la buena mesa.

Claude Chabrol, uno de los cineastas clave de Francia y de Europa, miembro de la legendaria generación de directores que conformó la Nouvelle Vague, murió ayer en París a la edad de 80 años. Había nacido también en esta ciudad, en una familia acomodada de farmacéuticos, aunque sus mejores filmes acuchillaron el alma de la burguesía de provincias. Toda Francia recordó ayer su ironía, su hedonismo y los afilados retratos de esos burgueses provincianos que ha dejado en sus obras. Las emisoras de radio y las cadenas de televisión se poblaron también de viejas entrevistas llenas de su gran humanidad. En buena parte de ellas el cineasta -y el entrevistador- terminan partiéndose de risa.

Chabrol realizó más de 60 películas para el cine -y una veintena para la televisión-, entre las que se cuentan algunas obras maestras para la filmografía europea como El bello Sergio (1957), Los primos (1958), La mujer infiel (1968), El carnicero (1970), Un asunto de mujeres (1988), La ceremonia (1995) o La flor del mal (2002), entre otras. El presidente de la República, Nicolas Sarkozy, haciéndose eco del dolor general del país, lo definió así: "Tenía de Balzac la finura de su retrato social; de Rabelais, su humor, y seguramente también su truculencia. Pero sobre todo fue él mismo, tanto en sus películas como en la vida".

Como artista, comenzó sin embargo en las antípodas, estudiando Farmacia y Filosofía y Letras, pero su amor al cine pudo más. En 1953, cuando tenía 23 años, tras frecuentar el cineclub del Barrio Latino animado por Eric Rohmer, se incorporó a la redacción de la revista Cahiers du Cinéma, entrando en contacto por esa época con los otros componentes de la Nouvelle Vague: François Truffaut, Jean-Luc Godard o el citado Rohmer.

Una copiosa herencia de la que por entonces era su mujer le permitió llevar a cabo su primer filme en 1957, El bello Sergio, en el que un joven regresa a casa para encontrar a su héroe de infancia convertido en un alcohólico irrecuperable. Con ella obtuvo el premio a la mejor dirección en el Festival de Locarno y el Jean Vigo del año siguiente. Los primos, rodada en 1958, consiguió el Oso de Oro del Festival de Berlín. En mayo de 1959 rodó Una doble vida, con la que su protagonista, Madeleine Robinson, ganó la Copa Volpi a la mejor interpretación femenina del Festival de Venecia.

Desde entonces, y como recordaba el diario Le Figaro, Chabrol "trataría el cine con una pasión irreverente, mezclando arte y comercio, profundidad y facilidad, erudición y broma", desplegando una actividad descomunal.

Ecléctico, prolífico, cultísimo, lector omnívoro, muy trabajador, muy amigo de sus actores y de la gente, Chabrol elaboró a un ritmo endiablado sus más de 80 películas. Supo, como recordaron ayer muchos comentaristas, diseccionar las miserias de la pequeña burguesía. Pero también hizo películas históricas, o sociales o truculentas, inspiradas directamente en sucesos famosos o en novelas policiacas, de las que era muy aficionado.

En 1979 estrenó Prostituta de día, señorita de noche, en la que retrató a una conocida asesina que en los años treinta había envenenado a sus padres. Encargó el papel principal a Isabelle Huppert, que a partir de entonces se convertiría en su actriz fetiche. Ayer, Huppert, en una entrevista radiofónica, recordó sus rodajes con él: "No me filmaba como una mujer objeto del deseo, sino como si fuera su hija, siempre de una manera simple, íntima, muy dulce". Tal vez porque a ella no la definió como a Emmanuelle Béart tras el rodaje de El infierno: "Cara de ángel, cuerpo de puta". Huppert aseguró que su mirada como cineasta era "irónica, lúcida, dotada de una inteligencia implacable". Y añadió: "Pero lo más importante era su inmenso humanismo. Alguien capaz de ver lo malo de la sociedad, o lo menos malo, pero de recogerlo todo a través de un gran humanismo. Era alguien, en el fondo, profundamente bueno". Thierry Frémaux, director del Festival de Cannes, señaló que a sus 80 años "continuaba trabajando con la misma energía de siempre, de modo que daba la impresión de que iba a seguir ahí siempre". Y con ganas de viajar: ya había anunciado su presencia en la próxima Seminci, el certamen de Valladolid, donde iba a recibir la Espiga de Oro a finales de octubre y a inaugurar el ciclo Universo Chabrol. Aun sin su presencia, el homenaje se mantendrá.

Simpático, accesible, amante de los sudokus y de ver la televisión, era un gastrónomo capaz de emplazar un largometraje por los restaurantes que hubiera alrededor. De hecho, ayer, algunos actores recordaban que en los rodajes de sus películas no había bocadillos y el servicio de catering a las once de la mañana estaba acorde con el enorme apetito y el delicado paladar del director.

Gérard Depardieu rodó con él solo una vez, y ha sido en su película póstuma (tenía el siguiente proyecto ya en mente): Bellamy. Ayer, el actor definió así a Chabrol: "Claude era la alegría de vivir, tenía ese amor por la comida, por compartir, lo tenía todo: la historia del cine y la pasión, pero también la infancia, el placer y la risa".

Originalmente en EL PAIS.

20 julio 2009

Houston, tenemos un problema...

Ya hace 40 años... 40 años
desde que los tripulantes del
Apollo11 pisaron suelo lunar.
Qué gran hazaña, nos repetimos...
¡Conquistamos la
Luna! Parece mentira, para
qué queremos otros mundos
si, tras 40 años, aún no
hemos sido capaces de acabar
con la pobreza, erradicar las guerras,
entendernos
entre pueblos y culturas...
Tan incapaces de avanzar
somos que hasta tuvimos
que inventar que, una vez,
¡pisamos la Luna!

texto: CRISTÓBAL BENÍTEZ,
encontrado en ADN

18 septiembre 2008

Se confirma que enlazar a redes p2p no es delito.

Este resumen no está disponible. Haz clic en este enlace para ver la entrada.

09 junio 2008

Tres artistas muestran en Barcelona que otra vida cotidiana es posible













En la ciudad condal se acaban de abrir tres exposiciones distintas , pero se cruzan en el dia a dia.

Las tres empezaron el 6 de junio y las tres terminan el 28. Dos ocurren en la galería Iguapop, en el Borne, y la otra unos minutos más allá, en el mismo barrio. Se trata de tres exposiciones que, con artistas distintos y diferentes soportes abordan, sin pretenderlo, el día a día.

En Iguapop es una exposición doble, donde se presentan por primera vez en España las obras de dos artistas que nunca han trabajado juntos ni se les ha ocrrido asociarse. Pero Iguapop les encuentra el punto. Un artista es Gary Taxali quien trabaja sobre cubiertas de libros y cuadernos, llenándolos de ilustraciones antiguas. Se puede ver en la sala 1 de la galería.

En el caso de Ian Stevenson, que mostrará su trabajo en la sala 2 de Iguapop, la técnica no es ni por asomo prolija, pero el humor y la destreza de ubicar sus obras dentro de un contexto cotidiano hacen que sus dibijos sobre basura, deshechos, cartones y muebles tirados adquiera un valor por sí mismo.

Pancho Tolchinsky es un caso aparte. Primero porque lo suyo son fotografías. Luego porque expone en la galería Duduá, uno de los escenarios emergentes más atractivos que ha dado la ciudad. Depués, porque no se define como artista sino que es un matemático que actualmente hace un doctorado en inteligencia artificial.

Tolchinsky nació en en el DF mexicano, de padres argentinos, criado en Israel y actualmente vive en Barcelona. Ha recorrido el mundo con su cámara, registrando el día a día casi en una ecuación matemática que convierte las cosas más nimias en un conjunto armónico y perturbador.

Duduá está ubicada en la calle Rossic nº 6 e Iguapop se encuentra en la calle Comerc nº 15.

Gary Taxali

Iam Stevenson

Pancho Tolchinsky

Viene de ADN.es


05 junio 2008

La experiencia como condición - Andrés Isaac Santana

Entre la banalidad exasperante, la idiotez ramplona y un toque rosa, parece moverse la escena contemporánea del arte. De ahí que el cansancio sea hoy uno de los síntomas más frecuentes en quienes se acercan de un modo puntual o participan de manera más activa en esta controvertida esfera de actuación simbólica. Con tan buena suerte, y en medio de tan decepcionante panorama, algunos artistas no hacen sino devolver la credibilidad extraviada al hecho estético, logrando un alto poder de sugestión donde lo que se impone, por fuerza, es la contemplación pasiva frente a un paisaje de accidentes objetuales y ardides representacionales sin mayor interés que el de la decoración del espacio en el que tales acontecimientos tiene lugar. En este sentido la exposición de Dominique Gonzalez-Foerster, recién inaugurada en el MUSAC de León, advierte del gran poder de sugestión del arte, de su capacidad de asombro y de su irreductible potencial romántico frente a lo que para muchos se ha convertido -sin retorno- en el trastero de vacuas ideologías, edulcorados objetos y representaciones infames e inauditas, carentes de todo tipo de solvencia discursiva y conceptual.

Esta es una muestra extraordinaria que –quizás sin quererlo- consigue poner en crisis la hegemonía de un sistema ideológico de representación, en extremo sujeto a los lugares comunes y al aburrimiento de las bellas formas, atravesadas por tópicos visuales harto recurrentes. El tránsito de la torpe fisicidad a la experiencia subjetiva de transformación interior, de lo evidente-narrativo a la exploración de sensaciones nuevas sobre la base del asombro y le perplejidad, pareciera ser el trayecto y la estrategia estética de esta artista francesa, en un momento cultural donde el romanticismo es escamoteado por el vasallaje arbitrario de una estética light cada vez más demanda en ciertos espacios institucionales del arte. Mientras que de un modo patético y acrítico se impone una política artística devastadora centrada en el alto rendimiento de las superficies enfáticas y en la pericia técnica, artistas como Dominique activan otras posibilidades del hecho estético más cercanas a la experiencia subjetiva del espacio interior del ser y la catarsis y rebasamiento de los sentidos. Desde el ambiente lluvioso de Promenade hasta Cinelandia, pasando por la eficacia discursiva de una biblioteca horizontal en azul, y por el Solarium y Nocturama, el espectador se halla en medio de un contexto intertextual y polivalente de influencias sensoriales (también narrativas), donde el poder hegemónico de la representación termina por abdicar ante las posibilidades transformadoras y sugestivas del acontecimiento estético, pensado en términos de sensación, de experiencia y de transformación interior, con toda una cuota de perplejidad deudora de la alta sofisticación de su propuesta. Esta no es una exposición para ver, para poseer a través del alcance y dimensión fálica de la mirada, sino –y por el contrario- es una muestra para sentir, para experimentar, para redimir. Existe, en ella, un claro desplazamiento del paradigma enfático y consagrado del arte suscrito al régimen de la visualidad imperante hacia una consideración del hecho estético como acontecimiento y experiencia sensitiva, como acto casi romántico de un anacronismo altruista. Es una especie de visualidad literaria, de narración ficticia donde se ponen entre dicho los estancos de la razón, la realidad misma y la propia naturaleza ontológica del arte.

El trazado museográfico de la muestra se convierte así en una clarísima invitación a transitar espacios trasformados y de transformación en los que cada uno, a su modo, tiene la capacidad de incidir sobre la subjetividad del espectador. Por momentos se pensaría en una conexión incongruente y hormonal, cuando en verdad se trata de una hilación sofisticada con el ánimo de suscitar un tipo de experiencia algo trascendente o, al menos, de un fuerte impacto emocional, estético y hasta afectivo. De entre estos espacios Cinelandia, que debe su nombre a un libro de Gómez de la Serna, es de las estaciones más impresionantes en este recorrido. Sus textos visuales, en formato de pequeños cortos o vídeos, son el resultado de una elegancia, de una congruencia conceptual impecable y de una belleza, en la que se ensalza el valor de la tropología por sobre la narración vulgar y anoréxica tan común a un buen sector de la producción visual contemporánea. Cinelandia, tal y como plantea la artista, “juega el rol de un archivo móvil, una gran biblioteca visual”, en la que lo poético destierra la ansiedad típica de toda propuesta vacía.

Después de ver esta muestra bailé a rabiar, algo que me reservo para muy pocas ocasiones, en uno de los garitos de la ciudad. Creo que cierta incertidumbre primera, un agradable asombro subjetivo después y una cuota de rara felicidad, me arrebataron la pereza del viaje de ida. Puede que, en efecto, el arte no esté hoy en condiciones de cambiar el mundo, pero -desde luego- sí que conserva aún la capacidad de transformación de las conciencias. Algo de terapéutico hay en él, un poder de redención no le ha sido escamoteado, al menos hasta ahora…

Originalmente de Salonkritik


12 marzo 2008

Realidad alternativa 3456.








Vía el blog de Mauro en Público.

14 febrero 2008

La renovada vida de la 'performance'.























Es el arte meramente efímero, solo permanece en la memoria de quienes la contemplan o participan en ella. La "Performance" nacida en los sesenta como reacción contra el mercado, hoy en ARCO el hiper_del arte.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis...". Y así hasta 1.861. En eso consiste la performance que Esther Ferrer, donostiarra de 70 años, llevó a cabo en el Museo Reina Sofía de Madrid durante el encuentro El arte es acción a finales del pasado mes de enero. Esther está sentada en una silla junto a otras 23 personas y dice: "La acción que vamos a hacer hoy es contar hasta 1.861". El número de inmigrantes que han muerto intentando cruzar la frontera con Europa. "Yo he decidido que los vamos a contar hoy, uno por uno, para recordarlos. Los que queráis acompañarnos podéis hacerlo".

Esther Ferrer lleva haciendo performances desde los años sesenta. Sus acciones mantienen las características de las de aquellos pioneros que, como ella, inventaron el arte de acción en grupos como Fluxus o Zaj, del que formaba parte Esther. En aquellos días, el público tenía el mismo protagonismo que el performer. No utilizaban apenas objetos y, salvo excepciones, no producían con sus acciones ni vídeos ni fotografías que más tarde se pudiesen vender. Se trataba de una reacción a los géneros artísticos más tradicionales como la escultura o la pintura, y suponía una actitud crítica contra la institución y el mercado. Por su naturaleza no-objetual y por su actitud situacionista, resultaba imposible coleccionarlo, difícil exhibirlo y peligroso programarlo. Por ello, parece paradójico que una de las grandes novedades de esta edición de Arco sea la presentación de una sección dedicada únicamente a esta disciplina: Performing Arco. ¿Performance en un mercado de arte?

"Es un reto muy interesante enfrentar con el mercado una práctica que, en principio, reniega del objeto", dice Lois Keidan, directora de Live Art Development Agency de Londres y una de las comisarias de Performing Arco junto a Berta Sichel, del Reina Sofía. Entre las dos han elegido a Aggtelek, Mary Coble, Nezaket Ekici, Joan Morey y Beth Moyses entre una serie de artistas propuestos por sus respectivas galerías. Además, habrá otras tres performances realizadas por artistas brasileños: Cabelo, Franklin Cassaro y Marco Paulo Rolla. Para Lourdes Fernández, directora de Arco, resulta una iniciativa muy interesante porque va a permitir a los galeristas presentar en una feria este tipo de arte: "Todavía tenemos que probarlo todos, pero si funciona bien, nos gustaría que fuese una sección más sólida".

Es difícil definir qué es el arte de acción, y, más aún, encontrarlo en su estado puro. Esther Ferrer lo ha descrito como el arte de la presencia, el tiempo y el espacio. Y quizá por ello su evolución haya sido tan dispar. Hoy en día se ven performances en casas, en galerías de arte, en desfiles de moda, en teatros, frente a multitudes, frente a una sola persona, e incluso sin público y con el único objetivo de registrarlo en vídeo. Además, las nuevas tecnologías han abierto aún más posibilidades y se pueden encontrar performances de juegos online o aquellas en las que se trata únicamente de dirigir al público mediante dispositivos como móviles. "El arte de acción tiene infinitas posibilidades", dice Lois Keidan, "permite a los artistas experimentar y expresarse frente al público".

Es quizá esta experimentación, que atrajo en su día a los performers de los sesenta, lo que vuelve a dar protagonismo al arte de acción. Así, unas 1.200 personas en tres días asistieron al encuentro El arte es acción del Reina Sofía. Una asistencia inusitada para este tipo de arte, todavía incomprendido por muchos artistas y marginal en algunos ámbitos. "La idea de Performing Arco surgió en consonancia con lo que está ocurriendo en proyectos museísticos como Live Art, en la Tate Modern de Londres", explica Pablo Berástegui, promotor y productor del nuevo apartado de la feria española. Quizá una de las mayores pruebas del auge del arte de acción sea Performa, bienal de performance de Nueva York, cuya primera edición se celebró en 2005 y que, en su corta trayectoria, ha reunido a artistas de todas las disciplinas como Christian Jankowski, Carlos Amorales, Trisha Brown, Yoko Ono, Lauri Simmons o Marina Abramovic.

"Puede que el debate más interesante sea valorar de qué manera el museo puede acoger un tipo de manifestación efímera que, por su propia naturaleza, es intrínsecamente opuesta al objeto del museo: conservar", dice Berástegui. Para Esther Ferrer, la principal diferencia entre lo que se hace ahora y lo que se hacía en los años sesenta y setenta es que la acción se ha teatralizado. "Cuando yo empecé no hacías como si te cortaras el pelo, te lo cortabas. Antes, la gente reivindicaba su derecho a participar", recuerda Ferrer. "Hoy, la gente está como en misa y, si hablas, te hace callar. Creo que en parte tiene que ver con la cultura televisiva, y la pasividad que ésta conlleva". Pero esta pasividad no llama tanto la atención entre las jóvenes generaciones como Aggtelek, compuesto por Xandro Vallès y Gemma Perales, barceloneses de 29 y 25 años. Ellos son los encargados de inaugurar Performing Arco. "El público es como un voyeur de nuestro proceso de trabajo. En realidad, estamos empezando a experimentar haciendo este tipo de acción frente al público", dicen. "Empezamos a utilizarla simplemente para darle movimiento a nuestras esculturas".

Todo indica que el arte de acción vive un buen momento. Pero todavía queda mucho por hacer para que se consolide. Para Nieves Correa, performer y coordinadora de El arte es acción además de codirectora del Festival Acción!MAD, que celebrará su quinta edición en Madrid este año, "si en España el arte de acción vive un buen momento, es porque los artistas nos lo hemos trabajado. Además, apenas hay críticos de arte especializados y sólo en una facultad de Bellas Artes del país se imparte una asignatura específica de performance". Es en Valencia, y el profesor, Bartolemeu Ferrando, es un artista. -

Viene de (Babelia) EL País.


12 febrero 2008

Sergio Prego, el artista que vuela.

ANDREA AGUILAR 10/02/2008 EL Pais












Levita, fotografía explosiones, recorre a toda velocidad ciudades inhumanas sin tocar el suelo… El artista donostiarra afincado en Nueva York nos recibe en su estudio y explica la obra que presentará en el ‘stand’ de EL PAÍS en Arco.

Serró el techo de su casa, y su mujer le grabó en vídeo mientras él estaba suspendido boca abajo. La cabeza contra la pared, pegada al suelo; los pies, en diagonal, flotando, al aire. Su figura estática, recortada contra una luz gris que entra por la ventana, divide el ángulo en dos partes iguales. La cámara se mueve, ofrece distintas perspectivas. Esta idea llevaba cuatro años rondándole a Sergio Prego (San Sebastián, 1969). Dice que imaginaba una figura diagonal dentro de un espacio. En enero cobró vida, en su vivienda y con su propio cuerpo. Bisectriz es el resultado de esta inquietante locura doméstica; el nuevo trabajo que este artista, afincado en Nueva York, presentará en el stand de El PAÍS en Arco, que se inaugura el próximo miércoles en Madrid.

Suelos de madera pintados en un rojo desvaído, una cocina, una chimenea blanca y dos cuartos abiertos al salón, por donde asoman ordenadores y cables, aportan un aire casero al estudio que comparten Sergio Prego e Itziar Okariz, situado justo encima de su apartamento, en Brooklyn. “Ésta es la calle más fea de Green¬point”, bromea al mirar por la misma ventana que arroja un chorro de luz mate en su nuevo trabajo. Allí, una inquietante figura enrarece el territorio doméstico. Prego en diagonal, suspendido en el aire, funciona como un vector que transporta este cuarto a la sala de exposición. “En Bisectriz trabajo con mi cuerpo para incidir en determinadas relaciones del individuo con el espacio de representación”, explica.

La ciencia-ficción no es ajena a la atmósfera de sus trabajos. “Me gusta este género porque pone en cuestión la naturaleza artificial de lo que se está generando. Hay un momento de reflexión sobre el hecho mismo de hacer la película o escribir la novela”, explica. A la magia y el escapismo también ha llegado a través de los libros. “Por medio del lenguaje, los magos po¬¬nen en cuestión la forma en que entendemos el mundo. Y en este sentido, su trabajo es pareci¬do a lo que hacemos los artistas”.

Ni en fábricas, ni en calles: Prego ha querido rodar en casa. “Las estrategias tradicionales sacan de contexto la narración: filmas en un estudio que puede estar en cualquier lugar. Yo introduzco algún elemento de la realidad que se va filtrando en la historia y va creando un conflicto entre las dos cosas y, a la vez, verosimilitud”. Un elemento, este último, que Prego echa de menos en las pantallas comerciales. “El dispositivo de representación ha llegado a tal nivel en el cine que es imposible creerse nada. Las películas de hace 20 años eran mucho más creíbles. Lo virtual es un fracaso en el cine”.

El ordenador, sin embargo, desempeña un papel importante en las piezas de este artista, representado por la galería Soledad Lorenzo en Madrid y por Maupin Lehmann en Nueva York. El medio digital le permitió obtener el plano de seguimiento o efecto Matrix antes de que se estrenara esta película. “La técnica ya estaba ahí. Es muy parecida a la que usaba Muybridge. Aunque casi todas sus fotos eran secuencias temporales, tiene unas series de imágenes de un momento específico captadas desde un mon¬tón de puntos de vista. Es la tecnología lo que nos hace ver el tiempo y el espacio de una forma distinta”, asegura. Tetsuo, Bound to fail (1998) fue uno de los primeros vídeos que montó a partir de cientos de fotos tomadas por varias cámaras en un mismo instante. En aquella pieza, Prego levitaba sobre un fondo de grúas y na¬ves industriales. En Home (2001), un líquido viscoso salpicaba su rostro. Con Cowboy inertia creeps (2003) se animó a reptar por una ciudad deshumanizada. En 2006, 40 cámaras le permitieron sacar más de mil fotografías de las 17 explosiones que efectuó en una fábrica de Bilbao, que crearon las nubes que bailan en Black monday (2006). “Pude cosificar el accidente. Hay referencias al cine y a la linealidad de cualquier historia, pero yo intento trabajar en ese límite en que empieza a despegar, pero no deja de ser real”.

Hace 13 años, Prego y Okariz llegaron a Nueva York, y hace 10, a esta casa que contradice la idea de que todo artista, en esta ciudad, vive en un loft. Unos cursos en Arteleku junto a Txomin Badiola les animaron a dar el salto. Él apela a razones que van más allá del arte para explicar su decisión de quedarse. “Me gusta la ciudad a nivel de identidad. En España y en el País Vasco tengo una identidad conflictiva, indefinida. Aquí me siento muy cómodo. Hay una tradición que entiende que la cultura local se construye con la cultura de fuera, así que éste es el único lugar del que me puedo sentir parte”.

Su tenacidad y decisión le valieron un sitio en el estudio de Vito Acconci. La colaboración con él se prolongó cuatro años, hasta 2002. Impecablemente vestido de negro, con media sonrisa y voz ronca, el artista habla de Prego, esta vez sí, en un loft atestado de libros y fotografías. “Aquí sólo hay arquitectos e ingenieros trabajando. Él era el único artista. Sergio se reinventó la manera de hacer maquetas”. Poeta, performer transgresor, videoartista, fotógrafo, pintor y escultor, Acconci subraya su actual distanciamiento de la escena artística a favor de la arquitectura: “A mí ya no me interesa el arte. Quiero formar parte de las cosas, y el arte puede ser demasiado visual”. En Estados Unidos piensa que todo está envuelto de demasiado dinero y se pregunta qué espacio queda.

Dice que se mantiene alejado de ese mundo, pero le gusta la forma en que su antiguo colaborador se enfrenta a su trabajo: cómo ha construido su propia técnica de bricolaje, solo y con herramientas básicas. “Sergio llega a las cosas de una manera muy directa a partir de un método simple. Hace cosas que en las películas se ejecutan de una manera hábil y artificial, y las convierte en algo distinto. Usa la discontinuidad para llegar a la continuidad”. Prego se muestra de acuerdo con él: “A nivel personal es muy importante trabajar de una forma natural con los medios que tengo a mi alcance y no subordinarme a toda una estructura de producción para obtener un resultado determinado”.

El artista vasco rechaza la etiqueta que enmarca su trabajo en el binomio espacio y cuerpo. Sospecha que detrás de esta fórmula descriptiva se esconde una limitación. “Todo tiene una relación con el espacio y el cuerpo. En las esculturas de Serra todo está hecho con relación al cuerpo, pero nadie habla de ello”. Junto a Acconci aprendió a no temer a la ingeniería. Creativo y obstinado, Prego se propuso poner las paredes en movimiento, y lo logró en Winter star (2003), una instalación, sin cuerpos de por medio, en la que unos enormes muros se desplazaban y torcían. “No puedo transformar las leyes físicas, pero sí la manera de percibirlas”, dice. Aquel trabajo le metió de lleno en el automatismo neumático. Ha retomado esta técnica en Secuencia de diedros (2007), una de las 12 piezas creadas por jóvenes artistas vascos, que el Guggenheim encargó y mostró para conmemorar su décimo aniversario.

Una escultura con forma de vídeo. Así es como a Prego le gusta pensar en Bisectriz. “Conceptualmente, todo lo que hago está relacionado con la escultura, pero a menudo uso otros medios para hacerla. No me considero un videoartista”, afirma. El movimiento minimal marca el punto de inflexión del arte contemporáneo que más le interesa. “La escultura pasó entonces a estar en el mismo espacio de representación que el mundo real: bajó y se convirtió en peana”. El artista relaciona su nuevo trabajo con Anti y Para, los vídeos que realizó inspirándose en Caminando sobre la pared, la performance que en los setenta realizó la norteamericana Trisha Brown en el Whitney Museum.

Prego grabó de frente, y el espectador ya no sabe por qué los caminantes llevan arneses o si el lugar por el que transitan es suelo o pared. Él piensa que si en el siglo XX los artistas se colocaron dentro del lienzo, ahora ha llegado la hora de iluminar los márgenes y dejar claro, al fin y al cabo, que se trata de una narración enmarcada. “Mi trabajo se puede considerar barroco o posmoderno porque te hace consciente de los límites. Deconstruye a otro nivel esos elementos de narración”. Los renglones caminan ahora por la pared. Para Acconci, la vuelta atrás se mueve en una dirección insospechada. “Lo que ocurrió en los sesenta y setenta está de alguna manera restringido a ese momento histórico. Los medios técnicos y electrónicos de los que ahora se dispone hacen que la revisión sobre el pasado ocurra en un marco muy distinto, un contexto que no podíamos ni siquiera imaginar entonces”.

Los vídeos y esculturas de Prego se han mostrado en el P.S.1 del MOMA, en la Bienal de Venecia, en Basilea y, más recientemente, en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga. Ahora prepara nuevas piezas para el Musac de León y el Marco de Vigo.

+sobre Sergio Prego

01 febrero 2008

Políticas culturales exteriores_interiores.

A mi me da la sensación que la política cultural en este país nunca funcionará bien. Todavía hoy se continúan utilizando estructuras y modelos de funcionamiento de antaño, algo que "parece" estar planteándose nuestro gobierno. La pugna por conquistar a las grandes instituciones culturales hace que se planteen la formula.

por: YP

Lo de la política cultural en el estado español nunca fue fácil, el lastre franquista parece seguir tiñendo algunas instituciones y los modelos de funcionamiento de las agencias dedicadas a promover la cultura española en el exterior para muchos siguen siendo un misterio. todo esto ha sido ampliamente debatido por gente como jorge luis marzo y parece que molina tiene ganas de poner un poco de orden en este gallinero. se están moviendo piezas para que la promoción cultural de españa pase de manos del ministerio de exteriores a manos del ministerio de cultura…se reparará este lastre histórico? parece que el tema esta en manos de zapatero…que no se va a manifestar hasta después de las elecciones.

Propuesto por El País / via YPsiteblog


31 enero 2008

Un Baudelaire de nuestro tiempo

por: Carlos Pardo

Un día de marzo de 1991, moría solo en su apartamento parisino Serge Gainsbourg. El entonces presidente de la República francesa, François Miterrand, declaró: "Era nuestro Baudelaire". La frase hace justicia al excéntrico compositor de las más bellas canciones del pop francés y también de las más bestias.

Quién no conoce ese himno a la cópula universal que es Je t'aime, moi non plus. Pero, tras su muerte, tendrían que pasar casi diez años para que Gainsbourg llegara la paradoja que es hoy: un icono del pop iconoclasta. Reivindicado por John Zorn y Nick Cave, y "utilizado" por Air, Beck o Dave Holmes, también en España se va haciendo imprescindible.

"Es uno de los personajes más elegantes de la historia del rock y con las mejores letras de todos los tiempos. Falta de complejo, mucho arrojo, poesía... se agradecen en estos tiempos de sofisticación a un euro", dice Fernando Vacas, de los grupos Flow y Prin La Lá.

Para Jota
, de Los Planetas, es "un músico genial con una obra poderosa y una personalidad incisiva". Apunta más lejos el bajista -y poeta- del grupo Deneuve, Antonio Agredano: "Nosotros, incluso, copiamos algún arreglo. Grupos más indies, como Belle and Sebastian o La Buena Vida, acribillan su sonido."

Poeta de sexo surrealista

Mondadori publica ahora una biografía escrita por Silvie Symmons. Narrada con humor, Serge Gainsbourg. La biografía es la primera introducción al poeta del sexo surrealista que se edita en nuestro país. Lucien Ginsburg, hijo de emigrados rusos, pasaría una infancia como Sheriff -según su manera de aludir a la estrella de David que le cosieron a la ropa durante la ocupación-; luego, sería pianista de bar de la Rive Gauche; después, ya como Serge Gainsbourg, tímido compositor de letras cínicas para cantantes ingenuas, y finalmente, reinventor del rock francés con su álter ego Gainsbarre.

Provocador nato

Su actitud provocativa no dejó títere con cabeza: a Je t'aime, moi non plus', hay que añadir el rock'n'roll protagonizado por Hitler y Eva Braun en Rock around the bunker, la escandalosa versión reggae de La Marsellesa, o la sugerente canción Lemon incest cantada a dúo con su hija, la hoy actriz Charlotte Gainsbourg, cuando era una niña.


"Su música es como su vida", dice Fernando Vacas. Puestos a comparar, a Antonio Agredano esta actitud altiva le parece, con el paso de los años, más entrañable que rompedora: "Como las mallas de Led Zeppelin o los conos de Madonna".

"A cualquiera le gustaría identificarse con su actitud, pero sobre todo fue el autor de una música genial", sentencia Jota. Queda otra faceta desconocida para quien no sabe francés: las letras. Otro poeta, Guillermo López Gallego, ha traducido su única obra estrictamente literaria, Evgueni Sokolov, que aparecerá en las librerías en febrero. Una novelita que es puro Gainsbourg: cinismo, escatología, dobles sentidos, humor y belleza.

Discografía selecta

1- 'Je t’aime, moi non plus’

Jota, de Los Planetas, prefiere “las canciones que grabó con Brigitte Bardot a mediados de los sesenta: ‘Bonnie and Clyde’, ‘Je t’aime, moi non plus”. Esta última la grabaron encerrados en una cabina con el cristal empañado, pero la Bardot le prohibió editarla y fue Jane Birkin quien acompañaría a Gainsbourg en su primer número uno.

2- Rock around the bunker

El disco favorito de Antonio Agredano, de Deneuve, es el inaudito ‘Rock around the Bunker’ (1974) “versión frívola y rockera del terror nazi”.

3- L'homme à tete de chou

Fernando Vacas se queda con este tema grabado en Londres y orquestado por el músico Alan Hawkshaw, con un sonido que se anticipa veinte años al grupo electrónico Air.

4- Histoire de Melody Nelson

Hipnótica revisión de la psicodelia. También destaca ‘Aux armes et caetera’ (1979).




Serge Gainsbourg - Comic Strip.mp3

Serge Gainsbourg - Ford Mustang.mp3
Gainsbourg - havanes.mp3
Gainsbourg - laetita.mp3


via: publico

21 enero 2008

La Tejedora CCEC estrena su web oficial !

Con motivo de los encuentros "Infraestructuras emergentes", ideado y coordinado por Juani Carrión y Lorenzo Sandoval miembros de "La Tejedora CCEC", se abre la Web oficial de dicho colectivo. Esta Web dedicada únicamente a divulgar los proyectos más ambiciosos, junto con el apoyo del blog nos mantendrá informados sobre los eventos más destacados del colectivo.

17 enero 2008

Tete Montoliu * Entrevista a Javier Colina

Por Pedro Calvo PUBLICO.es



Desde 1995 a permanecido en el olvido un disco grabado por Tete Montoliu junto a Javier Colina, hoy se publica a pesar de la espera.

Mucho tiempo, doce años, ha tardado el disco Tete Montoliu & Javier Colina 1995 en ver la luz. Al calor de las celebraciones del décimo aniversario del fallecimiento del universal jazzista catalán se han editado recientemente estas grabaciones históricas, instigadas en su momento por el inquieto cantante pop Santiago Auserón.

Un disco de poder a poder. Tete Montoliu (Barcelona, 1933-1997) fue nuestro pianista de jazz más universal. En el corazón de Tete estaba el be-bop, esa pasión libérrima por la improvisación que le dio un lugar en la escena jazzística internacional, compartiendo vida, arte y milagros con Lionel Hampton, Dexter Gordon, Chet Baker, Archie Shepp, Roland Kirk, Elvin Jones, Ben Webster, Coleman Hawkins, Anthony Braxton... Javier Colina (Pamplona, 1960), amigo y miembro del grupo de Auserón, es contrabajista eminente de nuestra joven y poderosa generación de jazzistas actuales. Colina retrata su experiencia junto al maestro Montoliu.

¿Cómo conoció a Tete Montoliu?

Yo ya tenía unos años cuando me empecé a interesar por el jazz, y el personaje que destacaba aquí era Tete Montoliu. De hecho, empecé a tomar clases de contrabajo con Horacio Fumero porque era el que tocaba con Tete. Me parecía una cosa arrolladora, aplastante tocando. Le conocí en la grabación del primer disco de Perico Sambeat. Y luego me llamaron para tocar en el café España, de Valladolid, con Tete y el saxofonista británico Ralph Moore. Le caí bien. Si hubiera habido algún pero, me lo habría hecho saber rápidamente. Tete era así.

¿Qué le enseñó Tete?

A mí jamás se me hubiera ocurrido preguntar nada. ¿Para qué? ¿Para recibir un improperio? Se aprende viendo y oyendo. Todavía no sé lo que aprendí de Tete. A lo mejor son cosas que no me esperaba. Yo sólo busco conocer a una persona, y conocer cómo hace ese músico para disfrutar de la música, qué valores musicales tiene para tocar sabroso. Con este tipo de maestros, lo único que tienes que hacer es ponerte al lado y ver qué se pega.

¿Le dio algún consejo?

Me dio el mismo que a él le dio un vibrafonista cuando era joven: “Cuando hagas la maleta, pon la ropa de actuar encima, para que no se arrugue”. Ahora se puede ir a aprender a muchas escuelas, pero lo esencial es la experiencia.

¿Qué recuerdos tiene de Tete?

Tenía fama de ogro, pero yo no lo viví así. Era una persona muy íntegra, que sacrificó mucho, que estuvo siempre en el jazz y no quiso hacer cosas que no fueran música improvisada. No le importó el dinero. Tocando fue una persona muy honrada y muy cabal; y eso en un país en que no se le hacía mucho caso, ni siquiera al final de su vida. Tenía una personalidad muy acusada, arrolladora. Era muy irónico. Se fijaba en todo. Cosas que a nosotros nos parecen normales en una conversación, desde su punto de vista de invidente, él siempre recibía algo. Era muy ingenioso, muy cáustico, con un sentido del humor que comparto.

Tete no se mordía la lengua.

Decía lo que le daba la gana, y como era invidente, le importaba un bledo quien estaba delante. Me daba una cierta envidia. Era mi héroe. Si había alguna confusión, me sentaba y me leía la cartilla derecho, sin perder ni un minuto. Era franco, siempre iba de frente. Era vacilón, borde con la gente que era borde. Siempre estaba de guasa. Era como su música, transparente, incapaz de tocar o decir algo falso. Esa era su grandeza.

Dice que le gustaban las bromas.

Su escuela no era fácil, tocando con esos grandes músicos por Europa y el mundo. Los compañeros siempre le estaban haciendo faenas. Le cerraban la tapa del piano mientras Tete estaba contando el un-dos-tres para empezar a tocar. Le dejaban solo en cualquier parte para ver cómo se las apañaba. Ahora parece que más que bromas eran crímenes, pero no era para tanto.

¿Le comentó cómo era el mundo del jazz en España cuando Tete era joven?

Imagino que era un mundo como para salir corriendo. Si no fuera por la necesidad que tiene un músico con esas facultades, ese grandísimo pianista se hubiera ido fuera de este país. Tete estaba muy apegado a su tierra, pero cuando salió, tocó con los mejores. Tete tenía ego. ¡Cómo no iba a tener ego sabiendo lo bueno que era! Dicen ahora que está difícil lo del jazz, pero hay que imaginarse a Tete en la España de Franco. Su música refleja la vida que vivió.

¿Qué destaca de su música?

La energía. Como un músico no tenga energía, te mueres. Tete tenía tanta energía porque sabía lo que hacía. Cuando oyes esos magníficos discos antiguos que hizo con Dexter Gordon, escuchas a un peso pesado, de los que dan un guantazo y te arrancan la cabeza. No hay más que escuchar en este disco lo que hace en el tema Acuarela.

¿Cómo se ponían de acuerdo en lo que iban a tocar?

No había ningún tipo de trapicheo. Tete, unas veces se sentaba y dibujaba una intro. Otras veces decía un-dos-tres, y punto. Había temas que yo no conocía, pero tenía un estilo que yo podía seguir. Una vez le dijo al público: “Ahora vamos a tocar unas canciones catalanas, y lo mejor es que Javier no tiene ni idea”. Parecía una broma, pero era cierto.

“Tete Montoliu & Javier Colina 1995”, el disco, por Pedro Calvo

La historia de este disco comienza en 1994, cuando Javier Colina se acerca a las actuaciones que está realizando Tete Montoliu en el madrileño café Central. Colina, que vivía por aquel entonces al lado del café, le pide permiso a Tete para bajar su contrabajo de casa y tocar con él. La experiencia se repite al año siguiente y Santiago Auserón, días más tarde, pone los medios y el entusiasmo para la grabación del disco, que se realiza en los madrileños estudios Cinearte.Tete está pletórico de facultades. Su entendimiento es total con Javier Colina. El repertorio lo componen esos grandes estándars del jazz con los que Tete estuvo encariñado y apegado durante toda su vida.

El maestro intempestivo, por Santiago Auserón

(TEXTO EXTRAÍDO DEL CD ‘TETE MONTOLIU & JAVIER COLINA 1995’)


En agosto de 1995, dos generaciones del jazz hecho en nuestros lares se dan cita en el Café Central de Madrid, en torno a una intuición compartida. La idea surgió de un encuentro casual en el mismo escenario un año antes, a partir del cual Tete Montoliu y Javier Colina deciden volver a experimentar la sensación de tocar juntos, sin mediar ensayo alguno. Los aficionados conocen bien la intención que esa aparente despreocupación esconde, la forma en que los músicos de jazz se miden en un encuentro de este tipo.

Los que asistimos de cerca, sin embargo, tuvimos ocasión de percibir algo más: ambos músicos parecían querer extraer algo de esa rápida incursión. Hubo emoción intensa, un hechizo palpable en las veladas del Café Central. El presente registro [el disco Tete Montoliu & Javier Colina 1995], realizado en un par de sesiones unos días después, capturó la temperatura del evento, y contiene algunas consecuencias importantes desde el punto de vista estético.

Tete Montoliu y Javier Colina resuelven con un mismo talante la compleja relación entre dominio formal y libertad expresiva, aproximando sin esfuerzo sus maneras personales, creando un espacio común que transforma la relación con el oyente en un océano de insinuaciones.

Montoliu, el maestro intempestivo, hace gala aquí de una madurez vigorosa, alcanza claridad de clásico en el manejo de sus recursos, sin ceder en actitud retadora respecto a los límites formales. Por su parte Colina –que prepara cuidadosamente el ambiente de las sesiones con estrategia sabia, sin intervenir demasiado– da lugar con su toque pleno a la revelación del Montoliu que más admira, mostrando su valía en el mismo acto de contraste.

Tete Montoliu define con su actitud, públicamente a veces y sin muchas contemplaciones, el modelo de jazzman clásico, haciendo del dominio técnico de la improvisación una ética purista. Javier Colina se compromete doblemente con respecto a ese modelo, porque conoce desde dentro su atracción fascinante y porque contempla cómo se comporta en situaciones nuevas, en relación con otras músicas. La pureza –relativa– del jazz, que el impecable bagaje de Montoliu asegura, se aproxima a la fragua de rarezas que el futuro inmediato nos promete.


24 diciembre 2007

El vientre de la ballena

LUIS SUÑÉN 24/12/2007


Una fantasía, un antojo y un elogio masivo. Un emblema monstruoso al que la naturaleza le a jugado ya varias pasadas...no se si es que está construido "contra natura" o es que es como una ballena que navega sin rumbo ninguno.

Más bien soso, con decoración figurativa de su autor, Santiago Calatrava, y con una acústica sin especial relieve, el nuevo Auditorio integrado en el Palau de les Arts de Valencia -todavía falta por abrirse otra sala dentro de él, la Martín y Soler- parece el vientre de una ballena, y los espectadores, pequeños Jonases. Sabían cómo entrar -metidos en unos ascensores que suben hasta el equivalente a un edificio de 11 pisos- pero ignoraban cómo salir sin agobiarse -al final, la escalera, al aire de una noche que invitaba a desear al prójimo el amparo divino, resultó el remedio más práctico-.

El vestíbulo es un jardincillo difícilmente practicable y los guardarropas están, como quien dice, en la calle. Pero se trata, no lo olvidemos, del emblema de la modernidad y del gusto de quienes mandan y su conjuro es más poderoso que el de la propia música. Tan es así que al público que asistió -frío de solemnidad- el sábado a la inauguración del susodicho auditorio lo que menos parecía importarle era aquélla. Tienen un orquestón y miraban para otro lado, han contratado por un ojo de la cara a un maestro -Lorin Maazel- que cuando quiere sigue siendo único y parecía traerles al fresco. Así que daba un poco de apuro ver al divo de la batuta -77 años y hecho un chaval- pedir el aplauso al final del concierto como un novillerete en etapa de meritoriaje. Es lo que tiene que la política ande tan mezclada con el arte: que al final no se sabe de quién es la culpa ni de lo bueno ni de lo malo.

Pero la verdad del cuento fue también que probablemente no escucharemos nunca en nuestros días en este bajo mundo una versión mejor de la obertura La consagración del hogar de Beethoven, música anodina tocada divinamente. Ni que todos los días tendremos la suerte de toparnos con el Maazel imaginativo, rapsódico, atrevido y fantasioso que firmó unas Noches en los jardines de España que igual podían no parecer de recibo que embaucar al oyente dispuesto con un perfume insólito. Uno se apunta a la segunda impresión. De la libertad surgió el embrujo y tanto el director como el pianista, Javier Perianes, se gustaron tanto, se dejaron ir de tal manera, que quien quiso apuntarse al viaje no lo lamentará. Perianes, después de esto, puede considerarse miembro del club exclusivo de los que hacen que este Falla sea lo que es.

La quintaesencia romántica que exhala la Fantasía para piano, coro y orquesta de Beethoven se dijo bien sin más por unos y por otros, incluido el Coro de la Generalitat Valenciana y unos esforzados solistas vocales en pieza bien poco agradecida para ellos. Y la obra de estreno de César Cano -con un título, Preludio festivo para un Auditorio, que la convierte en poco exportable- demostró de nuevo la sabiduría de un compositor que la tiene bien acreditada. Cerraba el programa la Rapsodia española de Ravel. La Orquesta de la Comunidad Valenciana lució su enorme clase y reveló, por si aún hacía falta, que es lo mejor de este proyecto. Flauta, clarinete, corno inglés, primer viola, concertino, primer trompa se lucieron como sólo lo hacen los grandes. Pero las sutilezas se perdieron en la fiesta de los sonidos. Quizá porque Maazel pensó que, total, para qué.Nos topamos con un Lorin Maazel imaginativo, atrevido y fantasioso.


viene de El Pais

19 diciembre 2007

El canon digital sobrevivirá a la 'enmienda Guillot'.

AITOR RIVEIRO / LUZ FERNÁNDEZ - Madrid - 19/12/2007 El Pais

Pase lo que pase el próximo jueves en el Congreso el canon digital empezará a aplicarse a mediados de enero de 2008 en los términos anunciados ayer por el Gobierno. La enmienda presentada en el Senado por Jordi Guillot, miembro del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés, y aprobada gracias a los votos del Partido Popular, no tendrá un efecto inmediato aunque salga adelante ya que su ratificación pondría en marcha un largo proceso legislativo.

Concretamente, la famosa enmienda 39 a la Ley de Impulso de la Sociedad de la Información (LISI) insta al Gobierno a presentar un proyecto de ley en el plazo de un año "eliminando el llamado Canon Digital y proponiendo alternativas consensuadas con el sector para la salvaguarda de los derechos de autor y de la Propiedad Intelectual".

"La aceptación de la enmienda sólo implica un llamamiento al gobierno para que modifique una parte de una ley. Y en marzo, los españoles están llamados a las urnas. Por lo tanto, el ejecutivo que salga de las próximas elecciones podría, por ejemplo, retirar la Ley de Propiedad Intelectual [LPI]", asegura Carlos Sánchez Almeida, del Bufet Almeida, quien opina que el canon por copia privada no va a desaparecer ya que viene impuesto por una directiva europea.

"Todo esto es una tormenta en un vaso de agua", asegura el senador socialista Felix Lavilla, quien insiste en que la enmienda no supone la desaparición del canon, si no que llama a una negociación entre las partes que puede extenderse en el tiempo. Lavilla cree que se está haciendo "demagogia" con esta cuestión, especialmente por parte del Partido Popular a quien acusa de mantener una postura electoralista.

Cambio de rumbo del PP

Lavilla, además, recuerda que el PP nunca se había posicionado en contra del canon; ni durante su mandato, cuando se aprobó la directiva europea 2001/29/CE por la que se establece la compensación por copia privada, ni cuando se reformó la LPI de junio de 2006, que la instauró en nuestra legislación.

"Es cierto que nosotros no habríamos presentado una enmienda similar, pero al tener delante esta oportunidad no pudimos votar que no", explica Jose Luis Ayllon, secretario de Comunicación del PP, quien asegura que en los últimos meses se ha producido en su partido un gran debate en torno al canon digital en el que se ha reflejado un claro desacuerdo sobre cómo se está aplicando esta medida.

En conversación con ELPAÍS.com Ayllón asegura que el PP va a incluir su nueva postura frente al canon en su programa electoral. Su propuesta, asegura, irá en la línea de la 'enmienda Guillot' y propondrá crear un sistema que sea capaz de proteger a los creadores sin poner freno al desarrollo de las nuevas tecnologías. "Se está defendiendo a un sector concreto", denuncia Ayllon, quien opina que el PSOE sobreprotege a los agentes culturales.

En cualquier caso, el canon digital (en cualquiera de sus vertientes) es inevitable ya que la mencionada directiva europea insta a los países miembros a compensar a los autores por el derecho que tienen los usuarios a la copia privada (lo que explica que Reino Unido no lo contemple, pues no reconoce tal derecho). Con su puesta en marcha, España se une a otros países europeos que ya han legislado la tasa, como Francia, Alemania, Italia, Suiza, Suecia, Austria, Bélgica, Croacia, Chequia, Dinamarca, Finlandia, Hungría, Islandia, Letonia, Lituania, Países Bajos, Noruega, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia.

+más en: La controvertida historia del canon


El Pais


18 diciembre 2007

La SGAE y los internautas se movilizan por el canon.

Y es que parece que se haya olvidado dar la posibilidad al pueblo para cecidir sobre nuestros asuntos... ahora todo es decisión politica, como la cultura, intereses políticos-económicos, e intentan hecharse al bolsillo a todos aquellos que para cada partido les sea posible...

R. MUÑOZ - Madrid - 18/12/2007

Partidarios y detractores del canon digital se están movilizando ante la votación del jueves en el Congreso de los Diputados que debe decidir si rechaza o aprueba la enmienda que insta a la desaparición del gravamen en el plazo de un año. Por iniciativa de la Asociación de Internautas, se han remitido más de 2.000 cartas a los diputados que deben participar en la votación de las Cortes. Y mientras la Sociedad General de Autores convoca para hoy una concentración en defensa de la copia privada y de los derechos de autor, los grupos políticos siguen en su indefinición. El PP, pese a la declaración de Mariano Rajoy en contra, no aclaró su voto, y no se descarta que opte por la abstención. En el Grupo Socialista hay indefinición y absoluta parálisis. En tan impopular tema, miran al Gobierno y esperan.
el Pais.

13 diciembre 2007

Inaguración de "Bordilíneos"_ La Tejedora CCEC

Hoy presentación de "Bordilíneos" una curiosa muestra y un curioso lugar que nos transporta al mundo de la ironia... con el lema ¿De dónde venimos?, ¿A dónde vamos?, ¿Hay tarifa de grupo? el colectivo La Tejedora nos sorprende de nuevo.

Más información en La Tejedora, también en Mik Baro blog


Kahlo se atreve con todo...

























Extraordinaria sección dentro de la revista
Rockzone que nos da la oportunidad de preguntarle a Kahlo todo lo que se nos pase por la mente, lo que nos de la gana, o eso parece, esta Kahlo se atreve con todo.

Su weblog Dadanoias

11 diciembre 2007

Buenas prácticas, mejor cultura

Jose Manuel Costa

















Dentro de pocos días se conocerá el nombre del nuevo director del Centro de Arte Reina Sofía de Madrid (MNCARS en su horrísono acrónimo oficial). Esto no excitaría más que a los muy aficionados si no fuera porque este nombramiento marcará una cesura en la forma en que se rigen nuestras instituciones culturales. Y cualquiera ve a su alrededor como cada vez hay más museos, centros y auditorios propiedad pública. Pagados con nuestros dineros.

Hasta el momento, los nombramientos y ceses en estos lugares han sido puramente digitales. Y así, puede suceder que una consejera de comunidad, Consuelo Ciscar, licenciada en Empresariales, pase a dirigir uno de los principales centros de arte españoles (el IVAM valenciano), simplemente porque había de buscarse acomodo a una zaplanista defenestrada. O que un cambio de gobierno en Galicia signifique la expulsión inmediata del director del CGAC, Miguel Fernández Cid. O que se ningunee a la directora del CAAM de las Palmas, Alicia Chillida…

Así no hay institución que funcione. Como me decía con algo de sorna Norman Rosenthal, director artístico de la Royal Academy de Londres: “Mira, mi problema con el Reina Sofía, es que cada vez que llamo se pone una persona diferente”.

¿Pero en qué país vivimos? Todo esto tiene un tufo decimonónico casi irrespirable de puro anacrónico. Solo ahora y tras la publicación de un Documento de Buenas Prácticas en Museos y Centros de Arte por parte de las principales asociaciones profesionales del sector, el actual director general de Bellas Artes, José Jiménez, se ha decidido a dar el salto.

La dirección del Reina Sofía será elegida en convocatoria pública (29 personas se han decidido a optar al puesto) por un comité de expertos en principio independientes. Dispondrá de un tiempo en el que trabajar y de la independencia indispensable para hacerlo.

Seríamos muy pánfilos si pensáramos que una transición de este porte se lograría de forma arcangélica e impecable. Por supuesto que no es así. Hay diarios que parecen querer boicotear la elección; algunos de los métodos empleados no son perfectos… Pero el paso se dará y se aplicará a otras instituciones dependientes del ministerio. Excepto el Museo del Prado, todo sea dicho.

¿Seguirán el ejemplo comunidades y ayuntamientos? Al principio no es probable, resulta fastidioso renunciar a los pesebres. Solo Canarias se ha pronunciado a favor. Pero lo acabarán haciendo. Nuestra cultura no merece ser tratada como una ramera que se ofrece al primer amiguete necesitado.

viene de via limite - (e-limbo)

31 octubre 2007

Mattel y la supervivencia China.
































Desde el pasado 14 de agosto Mattel anunciaba la retirada de unos 500.000 juguetes de su sus almacenes, por no cumplir la normativa requerida de seguridad etc... mientras la fabricación de juguetes es un modo de supervivencia para la población china.
Puedes ver muy buenas fotografías de trabajadores de juguetes chinos. Vienen de mazm.com, propuestas por efímera.org