Algunos políticos son unos cerdos.
Aprovechando la campaña electoral para las elecciones generales, un grupo de teatro activista crea un partido de políticos-cerdos que monta mítines y reparte propaganda.
Son seres tiernos, pero se pueden volver extremadamente violentos. Se revuelcan en el fango para parecer más limpios y pueden comerse a sus semejantes en determinadas circunstancias.
Hablamos de cerdos, pero también de la actual clase política. Al menos, así lo considera la compañía Caos Bonobo, que con su iniciativa teatral C.R.D.I: ¡Sus Scrofa Scrofa! pretende reflexionar sobre el juego de máscaras en que se ha convertido la situación política actual y analizar los mecanismos de identificación entre la representación teatral y política.
Para ello, han ideado un ficticio partido de hombres-cerdo. El C.R.D.I, explican, parte de la transformación del cerdo Sus Scrofa Scrofa (nombre científico del cerdo habitual de África Occidental y Europa) en Sus Scrofa Politicus.
"Más que denunciar, partimos del caos y el absurdo. Hablamos más del poder en sí que de política. Pretendemos averiguar qué hay detrás de las máscaras de los líderes políticos, que significa la imagen política", asegura Miguel Guzmán, director de la iniciativa.
La nueva rebelión
Se trata de una ficción inspirada en obras como Rebelión en la granja, de George Orwell, aunque también en precedentes verídicos. En 1988, el Partido Bananista Brasileiro presentó como candidato a la alcaldía de Río del Janeiro al chimpancé Tiao. El primate nunca fue reconocido como candidato oficial, pero consiguió 400.000 votos.
Aquella fue una iniciativa de la revista satírica Casseta & Planeta, aunque en Caos Bonobo, en lugar de provocar, pretenden hacer reflexionar al público sobre cómo "la mala política puede llegar a insertar en la sociedad la ceguera y arrebatarle al hombre su naturaleza animal".
No hay partido político sin mitin final. El del C.R.D.I. tendrá lugar el 1 de marzo en la madrileña sala El perro de la parte de atrás del coche. "La idea se nos ocurrió hace dos años, y aunque en principio estaba concebida a modo de representación teatral, poco a poco fuimos considerando la posibilidad de convertirla en performance, en representación callejera. Finalmente nos ha quedado como un híbrido, porque a la función teatral-mitin le preceden acciones callejeras", confiesa Guzmán.
Gruñidos por votos
En uno de estos actos, celebrado en un amplio circuito de facultades de
Como estamos en campaña y no se deben escatimar esfuerzos, el sábado tendrá lugar un pequeño recorrido por el centro de Madrid así como la comida oficial del partido, en el espacio
C.R.D.I: ¡Sus Scrofa Scrofa! no busca la provocación gratuita. Es una metáfora del hombre como animal político y social. Se trata de una obra a medio camino entre la ficción política y el esperpento situacionista con el que sus autores tratan de denunciar "la ambigüedad ética y moral de la que está compuesta la piel humana", certifica su director.
viene de ADN
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